Abuso Emocional
El abuso emocional o psicológico puede causar mucha ansiedad, y es un problema muy difícil de detectar o reconocer. En esta situación, si una persona nos lastima emocionalmente o se comporta de forma hiriente, nos culpamos por ello y tendemos a pensar que somos la causa de este comportamiento.
Por lo general, el abusador o la abusadora práctica la agresión verbal, no física, destruyendo así nuestra autoestima y nuestra confianza, matándonos lentamente y provocándonos ansiedad y depresión. Si has sido abusado emocionalmente puede haber ocurrido lo siguiente:
Primera fase: Al inicio de la relación tu pareja era amable, haciéndote sentir como “su alma gemela”; aparentemente ambos tenían mucho en común, y compartían metas y objetivos de vida. En pocas palabras, te trataba como a un rey o a una reina. En este momento, el(la) abusador(a) hace sentir a la víctima como una persona plenamente amada y valorada.
Segunda fase: Posteriormente surgen los conflictos constantes, y el enojo se apodera de la relación; ahora impera el temor en la relación de pareja. En esta nueva situación buscas cómo defenderte, por lo que:
- Empiezas a guardar secretos, por temor a la desconfianza y una respuesta negativa de tu pareja.
- Organizas tu vida y actividades en torno a sus necesidades o exigencias, para estar siempre disponible en todo momento.
- Te sientes obligado(a) a hacer todo lo que pide, tienes miedo a defraudarle; actúas más como un(a) esclavo(a) sumiso(a) que como pareja.
- Tus planes, sueños y necesidades pasan a un segundo plano; esto agudiza tu ansiedad y depresión ya que te sientes anulado(a) y defraudado(a) como persona.
- En su afán de hacerte sentir mal, constantemente critica tu apariencia, desvaloriza tus opiniones, o simplemente te ignora en la toma de decisiones.
- Te culpabiliza si algo sale mal en la casa, el trabajo, con el carro, la televisión, etc.
- Exige más y más cada día de ti y de la relación de pareja, y no encuentras esa misma dedicación, entrega y respeto por parte de él o de ella. Como persona nunca agradece ni reconoce tu buena voluntad y constantes esfuerzos por agradarle y contribuir a la buena relación familiar.
- Si reclamas por algo o muestras inconformidad en alguna situación, su respuesta es ignorarte, hacerte sentir que estás loco (a), insultarte y/o desvalorizarte.
- Cuando ve agotada tu fortaleza emocional, y que ya llegaste al fondo del barril… el ciclo vuelve a iniciarse: él/ella nuevamente es amoroso(a), amable, dulce y considerado(a), haciéndote “sentir mejor”. Estos momentos de “amor” solo confunden a la pareja abusada, y no pasará mucho tiempo para que nuevamente se presente su comportamiento degradante.
Si estás viviendo este tipo de experiencia, tú NO tienes las herramientas necesarias y suficientes para “cambiar” el comportamiento de tu abusador(a). Ambos requieren de ayuda profesional como pareja, asumiendo que él/ella también la deseen. Es muy difícil que un(a) abusador(a) admita padecer de este tipo de problema; nada de lo que hacen es incorrecto. Aprendió este comportamiento en la infancia, y continuará así hasta que logre romper el círculo vicioso de maltrato.
Para poder seguir adelante necesitas enfocarte sobre todo en ti mismo(a) fortaleciendo tu autoestima y rompiendo el ciclo de abuso emocional que recibes de él/ella. Recuerda que eres una persona, digna, amada y llena de valor.
Si estas pasando por algo similar, recuerda que NO ESTÁS SOLO(A), debes aprender técnicas que refuercen tu personalidad y te devuelvan la tranquilidad.
Dra. Daina Reyes, Psicóloga Pastoral, Master Life Coach & Divorce Mediator
(863) 844-1503