Atención a veteranos de guerra, un tema pendiente en EE.UU.

(PL) Las celebraciones que tienen lugar hoy en Estados Unidos por el Día del Veterano están marcadas por reiteradas denuncias de falta de atención a necesidades básicas de vivienda, educación y salud de los excombatientes.
A tal punto llega esa situación que el presidente Barack Obama pedirá este miércoles al Congreso que apruebe un conjunto de medidas para enmendar estos y otros problemas que enfrentan los exmiembros de los servicios armados, en particular los discapacitados.
Obama también intentará acelerar el procesamiento de unas 76 mil solicitudes de ayuda de afectados de guerra pendientes de revisión, a pesar de que el Departamento de Asuntos de Veteranos (DAV) completó un récord de 1,4 millones de reclamaciones en el año fiscal 2014.
Las propuestas del mandatario también están dirigidas a reducir el número de exmilitares que viven en las calles o en albergues, unos 63 mil a nivel nacional.
Pese al esfuerzo de la actual administración, la cantidad de los llamados “homeless” entre los excombatientes se redujo en un 36 por ciento desde comienzos de 2010, pero este cambio está por debajo de las aspiraciones del Gobierno.
Así lo reconoció Cecilia Muñoz, directora de política doméstica de la Casa Blanca en una conferencia de prensa este martes, al señalar que aún queda mucho por hacer para acercarse a los objetivos trazados por Obama.
Con estas y otras medidas el mandatario intenta limpiar la imagen de abandono y tratos inadecuados que se les ofrece, en particular después de las denuncias en 2014 por las irregularidades en el DAV, el mayor escándalo en la historia de la agencia federal.

Por Roberto Garcia Hernandez
A pesar de ligeras transformaciones que tuvieron lugar en los últimos meses, congresistas y organizaciones que representan a los exmiembros de las fuerzas armadas son particularmente críticas del director de esa entidad, Robert McDonald, quien sustituyó a Eric Shinseki tras la renuncia de este.
La salida de este último se debió a que en mayo de 2014, un inspector del DAV descubrió que los pacientes de un hospital de Phoenix, Arizona, tenían que esperar más de tres meses para obtener una cita con un galeno, lo que provocó la muerte de 40 exmilitares por falta de atención oportuna.
La pesquisa también encontró que mil 700 veteranos fueron mantenidos fuera de los servicios médicos de forma intencional y que más de 120 mil en todo el país se veían obligados a permanecer en listas de espera por largos períodos antes de recibir atención médica.
Otra situación crítica que enfrenta este sector, es que les resulta muy difícil reincorporarse a la vida civil, de acuerdo con el experto en temas de seguridad nacional Adin Dobkin.
El estrés postraumático y las lesiones cerebrales severas son algunos de los padecimientos que más afectan a los excombatientes, y el tratamiento que se les aplica deja mucho que desear, añade Dobkin.
Aproximadamente uno de cada cinco veteranos de Afganistán o Iraq sufre algunas de estas dos enfermedades y en general casi todos tienen un estado de salud deplorable, padecen de depresión y dolores crónicos.
Los efectos de esas y otras dolencias tienen consecuencias mucho más graves, pues debido a ellas y las dificultades que encuentran estas personas para reincorporarse a la sociedad, se producen como promedio 22 suicidios diarios de exmiembros de los servicios armados.
De acuerdo con publicaciones especializadas, este flagelo constituye la principal causa de muerte entre militares en servicio activo y en situación de retiro, por encima de las víctimas fatales que ocurren en combate.
Otro ejemplo de la situación de los excombatientes estadounidenses es el hecho de que alrededor de 300 de ellos están entre los tres mil reos que permanecen en el corredor de la muerte en prisiones de ese país.
Algunos sufren trastornos mentales que no fueron tomados en cuenta a la hora de sentenciarlos, según un informe publicado ayer por el Centro de Información sobre la Pena de Muerte, una entidad no gubernamental.
El director ejecutivo de esa organización, Robert Dunham señaló que resulta chocante que tantos veteranos enfrenten actualmente ese castigo, pues en su mayoría tienen secuelas emocionales que muy pocos en la sociedad enfrentan y que pueden influir en la comisión de crímenes después de reincorporarse a la sociedad.
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