Ciudad de Guatemala (AFP) – El detenido expresidente de Guatemala, Otto Pérez, recordó este viernes su historia personal como general del ejército durante la guerra civil y como jefe de inteligencia militar, para refutar los cargos de corrupción que provocaron su renuncia como mandatario.
En el segundo día de audiencias públicas en que escuchó cargos planteados por la fiscalía, Pérez recordó cuando en 1993 dirigió la operación que condujo a la primera detención del narcotraficante mexicano Joaquín “Chapo” Guzmán, y no aceptó sus ofertas monetarias para dejarlo escapar.
Pérez, quien renunció al cargo el miércoles ante las denuncias de que encabezó una red que cobraba sobornos para evadir impuestos aduaneros, hizo una extensa presentación en la que desmintió su participación en el esquema y sostuvo que las grabaciones telefónicas presentadas tampoco prueban su participación.
“No solo no reconozco, sino que niego lo que dijo el representante del Ministerio Público (fiscalía), entiendo su trabajo como fiscal, sé que es su trabajo, pero lo encuentro inconsistente”, expresó Pérez durante la audiencia, retransmitida por varios canales de televisión locales.
Recordó su papel como militar durante el conflicto armado que vivió Guatemala de 1960 a 1996, al señalar que significó “un sacrificio personal y un sacrificio de mi familia”.
“Un punto que quiero mencionar es que en la década de los 90 yo dirigí una operación que permitió capturar al narcotraficante más buscado del mundo, que es el conocido como Chapo Guzmán“, en junio de 1993.
Destacó que en ese momento Guzmán y su gente ofrecieron una recompensa a cambio de su libertad, muy superior al dinero que según la Fiscalía recibió del esquema de corrupción, y que la rechazó.
Según la fiscalía, la red de corrupción desvió 28,5 millones de quetzales (3,8 millones de dólares), de los cuales 800.000 dólares habrían correspondido a Pérez.
“Yo, señor juez, no voy a poner mi sacrificio y dignidad en juego ni por 800.000 dólares ni por ninguna cantidad. El dinero que pude haber recibido en el momento de la captura era 10 veces o más que eso, y no lo acepté”, remarcó ante el juez Miguel Angel Gálvez.
Aseguró que continuaría dando la cara para defender su inocencia, y posteriormente se negó a responder preguntas del juez y sus acusadores.