San Salvador (AFP) – El presidente salvadoreño Salvador Sánchez Cerén, aseguró este sábado que a las peligrosas pandillas se les aplicará “toda la dureza de la ley”, a fin de contener la ola de violencia homicida que generan en el país.
“Las pandillas son terroristas, se les va a aplicar toda la dureza de la ley, no solo a ellos sino a todos aquéllos que colaboren con las pandillas“, aseguró Sánchez Cerén en un discurso en la ciudad de San Ignacio, 119 km al norte de San Salvador, en el marco de su programa “Gobernando con la Gente”.
El mandatario aseguró que los pandilleros que cometan delitos “serán capturados y llevados a la cárcel” aplicándoles una Ley Especial contra Actos de Terrorismo, la cual recientemente fue declarada constitucional por la Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de Justicia que, a su vez, dejó sentado que las pandillas son grupos terroristas.
“La Ley Contra Actos de Terrorismo es un instrumento legal que se necesitaba para enfrentar el crimen. Todos los meses se capturaba pandilleros pero muchos salían libres porque los jueces no les aplicaban la ley, ahora los jueces no tienen alternativa y tienen que cumplir y aplicar esa ley”, consideró el presidente.
Esa ley especial contra actos de terrorismo establece penas de cárcel de más de cincuenta años por estos delitos y la sentencia se puede incrementar por agravantes como atentar contra bienes públicos o provocar víctimas menores de edad, mujeres o adultos mayores.
El pasado 14 de agosto, un juzgado de San Salvador ordenó que 112 pandilleros fueran enviados a prisión provisional, acusados por la Fiscalía de actos de terrorismo por haber fraguado un boicot al transporte a finales de julio pasado que llevó al asesinato de siete conductores de transporte colectivo.
Se trató del primer caso en que un juzgado detiene a pandilleros con cargos basados en la ley antiterrorista, aprobada por el Congreso en septiembre de 2006.
Las cifras oficiales de crímenes indican que de enero a julio se registraron en El Salvador 3.332 asesinatos contra 2.191 en el mismo período de 2014.
Los crímenes son, en gran parte, atribuidos a las pandillas, las cuales cuentan con unos 72.000 miembros, 13.000 de ellos alojados en prisión.