Descubren una asociación entre un insecticida del hogar y el retraso en el desarrollo mental de los niños

La exposición de las embarazadas a un insecticida del hogar podría estar relacionada con un problema de retraso en el desarrollo mental de sus hijos, según un estudio realizado por investigadores del Centro Columbia de Salud Medioambiental Infantil de Facultad de Salud Pública Mailman, en la Universidad de Columbia (Estados Unidos), publicado en la edición 'on line' de la revista 'Pediatrics'.

Cuando la Agencia de Protección Ambiental (EPA, en inglés) decidió retirar el extendido uso doméstico del clorpirifos y de otros insecticidas de organofósforos entre los años 2000 y 2001 por su riesgo para el desarrollo neurológico de los niños, estos compuestos fueron reemplazados por insecticidas piretroides.

Sin embargo, la seguridad de los piretroides seguía sin ser clara, ya que no fueron evaluados sus efectos neurotóxicos a largo plazo tras niveles bajos de exposición. Este estudio de la Universidad de Columbia es el primero que examina los efectos de estos compuestos en humanos y el primero también en evaluar su potencial toxicidad en el desarrollo fetal del cerebro.

Estos científicos han descubierto una significativa asociación entre el butóxido de piperonilo (PBO, por sus siglas en inglés) –un aditivo común en las formulaciones de piretroides– en el aire recogido durante el tercer trimestre de embarazo a unas 725 embarazadas y el retraso en el desarrollo mental de sus hijos al mes 36.

Para ello estudiaron la exposición de 342 mujeres a permetrina, uno de los insecticidas piretroides más utilizados en los hogares de Estados Unidos; a otras 272 le vieron la exposición a permetrina en el plasma materno y del cordón umbilical; y a 230 la exposición al PBO, químico que se añade a los insecticidas para incrementar su eficacia, que también fue seleccionado para esta evaluación.

Para recoger las muestras de aire, las madres llevaron una pequeña mochila donde portaban un pequeño monitor de aire ambiental personal de 48 horas durante el tercer trimestre de embarazo.

Después, los científicos estudiaron el desarrollo motor y cognitivo de los hijos de estas mujeres al cumplir los tres años, utilizando la Escala Bayley de Desarrollo Infantil. Al evaluar los resultados, los investigadores controlaron variables de género, edad gestacional, etnia, educación e inteligencia de las madres, calidad del ambiente del hogar y exposición prenatal al humo de tabaco y a los clorpirifos.

El PBO fue detectado en la mayoría de las muestras de aire personal de esas madres (75%). Los resultados demostraban que una significativa exposición prenatal a permetrina en el aire personal y/o en el plasma no estaba asociada con resultados de rendimiento en el Índice de Desarrollo Mental Bayley o en el Índice de Desarrollo Psicomotor a los 36 meses. Sin embargo, los niños que se exponían más al PBO en las muestras personales de aire alcanzaban unos 3,9 puntos menos en los Índices de Desarrollo Mental que aquellos que presentaron una baja exposición.

LEAVE A REPLY